sábado, 22 de febrero de 2014

VUELTA AL “PARAISO”


Llevo ya unos días muy nerviosa. La mayoría de vosotros ya lo sabe, el 2014 empieza con un viaje relámpago a mi “paraíso” en Calcuta… Si, habéis leído bien, he dicho paraíso… ya me conocéis….este será mi quinto viaje y aunque se donde voy y lo que me espera allí… estoy nerviosa…me cuesta dormir y concentrarme en lo que hago…y todavía quedan 7 días para salir…

En cierto modo, es como volver a un hogar, es una vuelta a casa… y es curioso…(de hecho, pensareis que estoy loca)….porque no veo el momento de volver al tráfico frenético de siempre, al ruido penetrante e incómodo, a ese inconfundible olor que no he sido capaz de describir en cuatro años…

Si…definitivamente estoy loca… y probablemente la mayoría de vosotros nunca llegareis a entenderme, pero es que me siento cómoda allí…y es que Calcuta es especial y es difícil de describir los motivos… Calcuta es el Brother… un referente en muchos sentidos, Calcuta es el Sunflower, las samosas y las pakoras en la calle, los eggroll…el chai en la tienda de Pinku, los lassies… Calcuta es Akash y Sanyai, Calcuta son los taxis amarillos, los rickshaws…el metro…el tranvía…el tráfico, los olores… el yogurt en el barrio musulmán, la fruta en la calle…la gente… los amigos… Calcuta es Kobardanga, los mercados en la calle…los niños… mis niños…

Los voluntarios médicos llevan allí una semana y desde entonces cada día me levanto y lo primero que hago…incluso desde la cama…es mirar el teléfono nerviosa para ver que noticias tenemos…para ver si nos han escrito, para ver las novedades…para ver alguna imagen de Calcuta y del cole…de los niños…. Otros años he vivido esto mismo…pero este año es especial…porque en solo 7 días yo estaré allí con ellos…

Las  noticias que nos llegan, como todos los años son agridulces…es maravilloso ver algunas imágenes…ver cómo cambia el colegio, como se hace cada año más grande y más acogedor…como crecen los niños y se hacen mayores… como esas sonrisas permanecen invariables, esas miradas limpias, pacíficas, penetrantes y tolerantes, esas sonrisas acogedoras, alegres y verdaderas que te hacen sonreír nada más verlas…

Pero también llegan noticias no tan buenas…casos graves, urgencias…visitas a médicos… diagnósticos que se clavan en el corazón y duelen…

En una semanita amaneceré en Calcuta y volveré a escribiros desde allí…para que viváis esta nueva aventura conmigo…porque en este viaje además de acompañarme grandes amigos…me acompañáis todos los que os quedáis aquí…una gran familia de la que me siento orgullosa y muy, muy afortunada…¡Namasté amigos!